Se cumple un mes desde que nuestro primer juego Cronologic: viajes en el tiempo cerró sus puertas. Un mes desde que los cronoazafatos presentaron la historia, dieron pistas extras y recogieron el juego, pero ya no vendrían más equipos a jugar. Era el último día. Después de más de 4 años de juego, Cronologic cerró puertas para transformarse en la nueva experiencia que llegará en 2018. Pero ¿por qué cerramos Cronologic? Probablemente, la mejor forma de responder a esta pregunta sea explicando por qué decidimos abrir:
Era el año 2013, cuando decidimos invertir todos nuestros ahorros en crear el segundo juego de escape que abriría en España, ¡éramos emprendedores, éramos pioneros! En aquel entonces solo existía Parapark –el primer juego en Europa de room escape que venía desde Budapest- , claro que iba a ser por muy poquito tiempo y en seguida dejamos de ser solo dos room escapes para convertirnos en el origen de una afición que crecería rápidamente entre jugadores de todas las edades. Construimos Cronologic para ofrecer una experiencia diferente y que por primera vez se jugara en ambientación realista, por primera vez con historia integrada y por primera vez de ciencia-ficción. Lo ideamos todo desde cero, sin copias, construyendo con nuestras propias manos cada pieza de los juegos. Así llegó el primer juego con láser y espejos, con humo, con recorrido magnético, tematizado desde la entrada… Ahora queremos cambiar. Ser una opción diferente nos motivó a abrir y ahora, a reinventarnos.
Nuevas sensaciones llegarán en 2018 en nuestro primer nivel Cronologic: viajes en el tiempo Cronologic 1: la máquina del tiempo. Otro escenario y diferentes habilidades donde, cómo no puede ser de otro modo, entender la trama será fundamental para escapar. ¡Si ya jugaste con nosotros, podrás repetir experiencia!
Claro que si no quieres esperar, te esperamos en la nueva experiencia que estrenamos a inicios de este año Cronologic 2: el viaje continua. Muchas gracias a todos los equipos, aficionados y blogs que nos han permitido continuar sin cansarnos, sin competitividad, solo con más ganas de crear y seguir recibiendo jugador@s emocionados por el placer de jugar.