Crear es lo que nos gusta, diseñar por completo y a cada detalle el juego, la experiencia, la temática… La música no podía ser menos en Cronologic. Provocar todos los sentidos de los jugadores en nuestros juegos de escape resulta un punto clave para que estar encerrado sea más inmersivo, más realista y, al fin y al cabo, más adictivo. Ya dijo Nietzsche que <<Sin música, la vida sería un error>>, nosotros añadimos que un room escape sin música es un error. Deseábamos la cronocanción.
Cruzar la máquina del tiempo y volver al presente es un hecho incomparable, de manera que todo jugador merecía escapar acompañado de nuestra propia melodía, y es que no nos conformamos con cualquier canción. Imaginarlo y hacerlo posible fue una tarea muy emocionante. El proceso creativo se convirtió en un recorrido por nuestra identidad, ¿cómo suena Cronologic? Construir la canción era dar voz a la experiencia. Los sonidos, los efectos, cada nota, el ritmo o la intensidad tenían que reflejar lo vivido en el juego. La tensión inicial, la incertidumbre al descubrir o la adrenalina del trabajo en equipo forman parte de nuestra banda sonora, solo así podríamos disfrutarla.
Fue con el compositor Gerard Alís que la BSO se hizo posible. Gerard supo convertir nuestro micromundo en una sensación musical, con tanta fuerza que va dibujando esos pensamientos que se ponen en juego en el room escape. Desde que los jugadores entran en la máquina del tiempo hasta que hallan misteriosos mecanismos para superarlos y dar paso al intento o al éxito.
¡Que la disfruteis!